Establécese la aplicación de un adicional del 1,5% de la valuación fiscal a los terrenos baldíos sin uso. Rosario no puede permitir tener más de 600 hectáreas destinadas a la siembra de soja mientras muchas industrias deben relocalizarse, por esto es necesario llevar a cabo acciones pertinentes para evitar el uso especulativo del suelo o su destino a fines no industriales.