En base a la difícil situación por la que atraviesan muchos vecinos de la ciudad al tener que hacer frente al pago de elevadísimas tarifas. Este hecho se extiende también a instituciones de la sociedad civil como clubes de barrio, centros de jubilados y otros que cumplen un fin social incuestionable.
El estado debe garantizar que estas instituciones sigan construyendo valores como la solidaridad; la integración; la participación y la vida democrática.